miércoles, 16 de mayo de 2012

Caminar en la niebla


Alguna vez alguien me dijo que lo que a mí me sucedía no era nada comparado con lo que él sufría a diario, en ese momento solía decir que aquel hombre invidente que de la nada se cruzo en mi vida pidiéndome ayuda para poder llegar a la estación del metro Balderas, no imaginaba que tal vez si tenía una idea de lo que padecía.
invidente. 
Sin dudar le extendí mi mano y durante el camino me iba diciendo lo que era no ver absolutamente nada y lo difícil de aceptarlo; me contaba lo que las personas invidentes como él sufren a diario. Cada palabra que pronuncia era  triste y me recordaba mi problema de visión que tengo. Mientras estábamos parados en la esquina me mostraba lo que tuvo que aprender, y es que ese aire producido por los coches era su guía para saber en qué momento tenía que cruzar. Él me contaba  sobre sus vivencias y yo recordaba lo que  he sufrido al no tener una buena visión.
El no tener una buena vista es algo que me entristece demasiado, y más cuando tengo que acudir a mi cita con el oftalmólogo, ya sé  lo que voy a escuchar “Neidy tus dioptrías han aumentado y hay que cambiar de nuevo esos lentes de contacto y los aéreos”, aunque esos cuadros no tienen nada de lentes, parecen dos botellas de refresco de vidrio.
Ahora agradezco que haya conocido a ese hombre que me dejó una gran lección al mostrarme que aún hay solución para mejorar mi vista.


Este video es de una operación de miopía y astigmatismo. Lo que me espera en muy poco tiempo. Tengo miedo =( 

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